Cuando no se tiene integridad ni autoestima

Creo que en la vida pueden faltar muchas cosas. Pero si algo me resulta absolutamente imprescindible a mi es la DIGNIDAD. He visto no una, sino centenares de veces cómo las personas se tragan su dignidad y su orgullo porque les aterra por ejemplo verse solos. Y toleran lo intolerable porque no se sienten capaces de echar para adelante su existencia sino tienen compañía. Mujeres que toleran maridos que las humillan y traicionan porque se sienten incompetentes de enfrentar la vida por si mismas. Trabajadores que nunca ascienden ni mejoran posiciones porque se pasan la vida defendiendo un salario y aguantando majaderías e sólo por no perder el sueldito de quince y último. Y he visto gente hablando para adelante y para atrás, según las circunstancias. Detractando o enalteciendo a conveniencia porque ven con ello la oportunidad de figurar.Y todo este nutrido grupo de seres siempre andan por la vida arrastrando pesadísimas cadenas. Viven literalmente inmersos en las sombras de sus semejantes. Porque una cosa es perdonar un error cometido por otro o por uno mismo, concediendo una segunda oportunidad, y otra cosa muy diferente es ser reiterado en esto de doblegarse y venderse por miedo y por incapacidad emocional.Quienes así se comportan merecen vivir el resto de sus vidas con un sueldo de miseria, subalternos perennes. Merecen parejas que se dediquen a repasarles la humillación siempre que sea posible y merecen que aquellos a quienes lisonjean no volteen siquiera a verles la cara.Nada hay nada más valioso que la dignidad."No debe perderse bajo absolutamente ninguna circunstancia. Ni bajo presión. Ni deprimidos. Ni ofuscados.Mi dignidad me ha permitido llegar donde estoy. Y gracias a mi dignidad se me olvida mi sobre peso cuando estoy en la calle, trabajando, en una corrected" id="SPELLING_ERROR_5">entrevista o teniendo sexo con mi esposo. Realmente SE ME OLVIDA. Y es obvio que debe proyectarse, porque siempre me escuchan. Siempre llego donde quiero llegar (aunque muchas veces la meta no sea la esperada pero ésa es otra voz).Gracias a mi dignidad he podido dejar por el camino parejas y amistades a las que quería con todo el corazón, sin remordimientos y sin voltear hacia atrás. Viendo siempre hacia adelante. Gracias a mi dignidad las críticas que tanto duelen siempre han terminado por sanar, dejando leves marcas y fortaleciendo mi espíritu. Haciendo que vuelva a empezar donde me quedé porque sólo la muerte será más poderosa que yo. Y gracias a mi dignidad es que tengo la familia que tengo y gozo de los privilegios de tener el esposo y la hija que acompañan mi existencia.Yo no me devuelvo. No recorro el mismo camino más de dos veces. Y si saco a alguien de mi vida (tras haberle dado dos oportunidades), escríbanloa mi vida no vuelve a entrar.Una vez un amigo judío me dijo que él SIEMPRE CONCEDÍA UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD a quien se la solicitara tras cometer un error. PERO LO QUE NUNCA HACÍA ERA CEDER DANDO A LA MISMA PERSONA UNA TERCERA OPORTUNIDAD... porque entonces, cualquier cosa que ocurriese no sería culpa del otro sino propia... y es así de sencillo. No olviden: la dignidad tiene tanto o más poder que el dinero. No le tengan miedo pues.Aída Beccaría

La gran gala de belleza o... ¿A cómo está el kilo de lomito hoy?

Además de cumplirse con éxito el Mis Venezuela, Mis América, Mis Internacional, Mis Mundo, Mis Universo, Mis Américas Unidas, Mis Atlántico, Mis Globo, Mis Mis Curvas Peligrosas, etc (y es un etc. bien largo) ... Ahora resulta que también hay otra parranda más de concursos de los cuales preocuparse. Galas y más galas de belleza donde se elijen a las gordas más bellas, a las altas más bellas , a las bellas de labios más O sea... Ahora resulta que preocuparse del desabastecimiento, de la fragilidad en materia de educación, de la pérdida de identidad nacional, de los gravísimos problemas de salud física y mental que aqueja a nuestro pueblo es una locura ¡Qué horror! ¿Cómo se me ocurre semejante herejía? Debo en cambio reconciliarme con la vida porque ahora las mujeres altas, flacas, id="SPELLING_ERROR_13">enanas, gordas, con ojos verdes, grises, negros y de cualquier tamaño o color tienen su pasarela esperando. Claro ¿Qué puede ser más refrescante para el espíritu y las causas igualitarias y de integración que exhibir carnes con ojitos de corderita adobada? A mi nadie me quitará nunca de la cabeza que estos concursos se copiaron de alguna feria ganadera porque al final todos ellos (llámense como se llamen) se comportan de la misma manera: Desfile y exhibición del mejor ganado. Exposición de razas y orígenes. Presentación de la mejor carne viva. Listones. Coronas. Flores. Trofeos. Notas de prensa. Festividades, alegría y mucho orgullo de llevar a casa el trofeo como " el mejor ganado de la región".Si... definitivamente alguna vez el primer organizador de concursos vio una feria ganadera y la plagió...Debemos dar gracias a Dios de darnos cuenta que las mujeres no tenemos la cabeza puesta en idioteces aburridas como la educación, la politización, el desempleo, la inseguridad ¡No! La mujer de avanzada está preocupada por integrar a todas las hembras a un concurso de belleza "Mis Everest soñadora" (Para las altotas "Mis diamante pircing(para las más vanguardistas y paremos de contar. La consigna es: ¡Que ninguna hembra se quede sin su listón! La cosa ahora es entrarle a como de lugar a un concurso. Es lo propio... si a alguna de ustedes se les ocurre perder el tiempo leyendo Kafca por ejemplo. O se dejan envenenar con una película de Almodovar¡No señor! Yo la verdad tengo que quitarme el sombrero frente a estas personas que invierten dinero y tiempo en concursos. Porque es así como progresa el país. Imagínense ¡Qué emoción ! Perder el tiempo produciendo espacios de interacción intelectual es un desperdicio. Mejor los concursos de belleza ¡Vivan los concursos y la feria del palo encebado el mundo no valdría nada.¡Me emociona el concepto de exportación de imagen para el mundo! Porque si por ejemplo Venezuela (acostumbrada a ganarse casi todos los eventos de belleza), gana un par más de ellos, demostrará una vez más que a nosotros nos importan un pito los descalabros económicos, los conflictos de zona, las guerras, las intervenciones, los apátridas corruptos que se están comiendo nuestra nación, la discriminación, el ¿Qué coño nos puede importar todo eso si tenemos bellezas en todos los colores y tallas para exportar? ¡Qué emoción! ¡Qué alegría! ¡Qué esperanza diría yo! Aída Beccaria

No me importa

No me importa… No me importa lo que gente alguna piense de mí. Ni lo que tuvo a bien opinar mi madre. Ni lo que me criticó mi padre. >No me interesa lo que masculle mi pareja.Ni lo que diga la suegra. No me interesa si lucho el dinero para luego derrocharlo. O por el contrario,si lo pierdo sin siquiera ganarlo. No me ciegan mis aciertos. No me deprimen mis errores. Poco caso le hago a las normas. Y a mis amigos, cuanto más callados y discretos, mucho más los valoro. El criterio de mis hijos no transformará mi destino. No me afectan las opiniones que sobre mí emitan doctorados profesores o ignorantes analfabetas. No me duelen mis arrugas. No me pesan los años. No lloro por pasados errores y mucho menos por futuros dolores. Lo único que respeto, obedezco y admiro es el criterio que de mí emita yo misma. Porque me quiero más allá de cualquier frontera a mi desamor le temo Aída Beccaría publicado en la revista Ambidiestra. N° 1 Año 2000