Palabras En las mañanas al levantarme tomo un café y un baño. Es un ritual ineludible desde que cambié las trenzas por el tinte. Y me pongo la ropa seleccionada la noche anterior (un sencillo truco que me permite dormir 10 minutos más). Luego, mientras coloco las llaves en la cartera, que precariamente sostengo sobre mis rodillas (y ya con un pie fuera), doy las últimas instrucciones domésticas: "descongelen el pollo" "el plomero llega a las tres"... Busco caminos cortos para llegar a tiempo al trabajo. Y una vez allí comienzo a repetir "buenos días" a cuanta persona se cruce en mi camino. Cosa ésta que hago porque Carreño se lo enseñó a la abuela, la abuela a mamá y mamá me lo enseñó a mi y yo se lo enseño a mis hijos... Es probable que entre saludo y saludo tome un café (dependerá de estómago) y comente los últimos acontecimientos (dependerá del sensacionalismo de éstos y de mi ánimo, por supuesto). Acto seguido me sentaré derechita frente a mi escritorio como mujer decente que soy y procederé a enseñarle al mundo mi eficiencia. Y todo para volver a cumplir mañana con un impecable día del que mamá y papá, con toda seguridad, se sentirían muy orgullosos... Pero hoy la rutina se alteró y todo porque recordé las palabras que me dijera un viejo profesor hace muchos años. Palabras a las que en su momento no les hice ningún caso y que hoy, de pronto, casi de la nada, reaparecen. Y todo se me reveló sencillamente porque le pregunté a la señora de servicio de mi casa si habían florecido las orquídeas que compré en la Colonia Tovar..."Vivir no siempre es existir" me dijo ese profesor. Y añadió:"Preocuparse por el trabajo, los hijos, las responsabilidades y los buenos modales está bien, siempre que la vida se reduzca a escalas y halagos. Pero para aquellos para quienes la vida es algo más que un reconocimiento, el sueño, las ilusiones, la rebeldía y hasta lo imposible, debe necesariamente contar con un lugar" Entonces todo eso me pareció perorata de viejo intelectual. Hoy me aterra haber comprendido el mensaje de aquel profesor de biología ¡Y me aterra porque han transcurrido más de veinte años desde entonces!. Todo el día me he preguntado ¿Dónde quedó la niña que corría por correr? ¿La que soñaba? ¿La que se amaba a si misma? ... Seguro se me escapó por algún resquicio de la vida ¡Qué tristeza! Me basta con mirar a mi alrededor para comprender que no soy la única víctima. Que no he sido la única avasallada por el afán de ser siempre la mejor. Que muchos, la inmensa mayoría quizás, nos hemos dejado llevar por la bestial carga de una vida sin existencia ¡Cómo me dolió hoy comprender lo que quiso decirme ayer aquel profesor! Es triste mirarse las manos curtidas por el tiempo y encontrar en ellas sólo fotos y vacíos ¿Cuánto de nosotros hemos silenciado un "te quiero" tan sólo porque no es el momento? ¿Cuántos nos hemos doblegado mudos e impávidos frente a una injusticia porque primero y ante todo está nuestro salario y la seguridad de nuestros hijos? ¿Cuántos nos hemos rendido frente a una batalla jamás presentada? ¿Cuántos hemos dejado a un lado la espontaneidad porque no congenia con la personalidad que el cargo y la edad imponen? ... El verdadero dolor está en comprenderlo todo demasiado tarde... Ya no me queda más que justificar mi olvido en estas líneas y pedirle perdón a la jovencita que abandoné sin miramientos en el laberinto del pasado para convertirme en la mujer que algunos admiran. Pedirle perdón porque nunca quise recordarla cuando defendía con arrojo y pasión las "causas perdidas". Cuando adoraba a Whitman. Cuando escuchaba emocionada al portero que se le enfrentaba al director del colegio. Cuando valoraba la tierra húmeda y despreciaba el reloj de Cartier...Definitivamente con estas líneas me pido perdón a mi misma y le doy el último golpe a la impotencia... ¿Flocerán este año las Orquideas?... >Escrito para la revista "Desde La Colina", Caracas, 1992.

SEGUIMOS CON LA DIALÉCTICA

a no me quedan dudas:>La avaricia, la codicia y la mezquindad Son pecados del rico y virtudes del pobre. La tenencia de tierras y propiedades son aberraciones de la Oligarquía. En cambio, son derechos eternamente postergados de los soberanos marginales ¿O será marginales soberanos?... en fin... Sigo...Las telenovelas son alienantes, su lenguaje es indecente e incita a los jóvenes a expresarse inadecuada e indecorosamente. Mientras que desarrollos televisivos como los de La Hojilla son óptimos. Escuchando a ese señor burlarse de medio mundo entre obscenidades e ironías es que se aprende. Y ni hablar del sentir idiomático magistralmente expresado de la gente de Radio Perola, Catia y Vive TV. Porque el que ellos se traguen las "s" y hablen una suerte de dialecto "venezolandro" es cultura popular y no una aberración lingüística... Los presos de la oposición son todos unos "cobardes" porque o se fugan o se pierden o se van antes de que los arresten. Mientras que los pranes que tienen control absoluto de las cárceles son gente con la que "se debe dialogar"... ¡Qué fastidio con esta eterna dialéctica nacional!

No plagien los textos

He estado observando cómo parte de mis escritos han sido plagiados, les cambian el contenido, a veces hasta la intención y los publican con mi nombre No lo hagan Si van a utilizarme de referencia, respeten el texto original por favor Aida Beccaria P